Normalmente en invierno tendemos a quedarnos más en casa y nos cuesta mucho más hacer deporte, más pereza, llueve, estás calentito al lado del radiador... y salir al gym cuesta horrores, pues os hemos de decir, que una vez más, la ciencia se pone del lado de la vida saludable y han demostrado que entrenar en invierno es más beneficioso que en verano, en este post os explicamos por qué:
- Se queman más calorías
“Con la pérdida de temperatura corporal, nuestro organismo se ve obligado a aumentar su actividad metabólica para que las células consuman más energía y la transformen en calor, lo que supone un mayor gasto de calorías”, explica el doctor Mikel Aramberri, traumatólogo del primer equipo del Real Madrid y de laClínica Alai de traumatología deportiva.
- Refuerza el sistema inmunológico
Un trabajo publicado en Journal of Applied Physiology en 1999 concluyó que la exposición al frío bajo los efectos del ejercicio aumenta el número de leucocitos y granulocitos, responsables del funcionamiento del sistema inmunológico. Ahora bien, como apostilla José Miguel del Castillo, entrenador personal y licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, hay que ser precavidos: "Cuando a una actividad muy exigente o prolongada en el tiempo le sumamos una temperatura exterior excesivamente baja, el efecto puede ser el contrario y debilitar nuestro sistema inmune”.
- Mejorarás tu rendimiento físico
Sí, pero ojo: antes de ponerse en marcha deberá realizar un precalentamiento para evitar posibles lesiones y promover la eficiencia metabólica, tal y como aconseja el doctor Lawrence Armstrong en un artículo publicado por la editorial especializada en deporte y salud Human Kinetics. En caso contrario, el frío podría provocarle molestias musculares muy dolorosas, además de impedir que rinda bien.
Tomadas todas las precauciones, la práctica de deporte con frío mejorará nuestra forma física. La razón: “Para tolerar la falta de calor y el ejercicio nuestro organismo tiene que ‘adaptarse’. Estas adaptaciones le hacen más fuerte y mejoran su condición en muchos aspectos: aumenta la capacidad cardiaca, se incrementan los litros totales de sangre y los litros de aire por minuto que somos capaces de respirar a alta intensidad de ejercicio, además de que crecen las células musculares", asegura Alfredo Santalla, especialista en fisiología del ejercicio de la Universidad Pablo Olavide, en Sevilla
- Te mantendrás lejos de la depresión estacional
Es la conclusión de una investigación publicada en 2014 y realizada en la prestigiosa Clínica Mayo, en Estados Unidos. Según los especialistas que la llevaron a cabo, el ejercicio físico libera sustancias químicas del cerebro –neurotransmisores, endocannabinoides y endorfinas– que ayudan a recobrar el estado de bienestar
- Estarás mejor hidratado
Uno de los mayores peligros de practicar deporte en verano es la deshidratación, un cuadro con muchas menos probabilidades de presentarse durante el invierno, ya que perdemos menos agua a través del sudor. Respecto a esta ventaja, el profesor Alfredo Santalla añade: “Con el ejercicio aumentamos la cantidad de plasma de la sangre, que está compuesto por agua en un 90%, lo que favorece la hidratación en estos meses en los que bebemos menos”.
Todo esto debes hacerlo siempre bajo la supervisión de un buen profesional que pueda ayudarte en todos los aspectos de tu entrenamiento personal.
Fuente: Buenavida